OCTUBRE 2009 - Ruidera, el parque

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Emplazado en los valles del Alto Guadiana y de San Pedro, extiende sus 3.772 Ha en 5 municipios del Campo de Montiel (Ruidera, Alhambra, Argamasilla de Alba, Villahermosa y Ossa de Montiel) y sirve de límite provincial a Ciudad Real y Albacete.

La declaración de Parque Natural es del 13 de Julio de 1.979, y además, el 8 de febrero de 1984 se incluyó el refugio de fauna de Hazadillas y Era Vieja. Lo gestiona la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Consta de un pantano y de un complejo de 15 lagunas conectadas por arroyos, torrentes, cascadas y corrientes subterráneas a lo largo de 25 km. El desnivel que existe entre la primera laguna, La Blanca, y la última, La Cenagosa, es de 120 metros.

El pantano de Peñarroya: perteneciente a la Confederación Hidrográfica del Guadiana, fue inaugurado en 1.959 y cuenta con una capacidad de 50,3 hectómetros cúbicos. Cubre una superficie de 412 Ha y recoge las aguas que provienen del sistema fluvial Alto Guadiana.

Sus 15  lagunas: Blanca, Conceja, Tomilla, Tinaja, San Pedro, Redondilla, Laguna Lengua, Salvadora, Santo Morcillo, Batana, Laguna Colgada, Laguna del Rey, Cueva Morenilla, Coladilla y Cenagosa.

La cota más baja del parque se encuentra en el pantano de Peñarroya, más o menos a 700 m. de altitud. Su cota más alta hay que buscarla en el altiplano, a unos 1.000 m. Los materiales geológicos són calcáreos, excepto un afloramiento silícico situado cerca de la laguna San Pedro.

Actualmente, su conservación está amenazada, como en otros espacios naturales, por el descenso del nivel del acuífero debido a las políticas de gestión del agua (este problema afecta a toda la Mancha Húmeda), por la contaminación que causan en sus aguas los herbicidas, por la presión urbanística tanto dentro del parque como en su entorno más immediato y por los usos turísticos y de ocio no sostenibles.

Las lagunas
Los travertinos

En general, sus longitudes no superan los 500 m. y la profundidad de sus aguas oscila entre los 10 y 25 m.

Gracias a la precipitación de los carbonatos cálcicos disueltos en un agua saturada de este mineral, se han formado las "barreras" que retienen el curso fluvial y que han originado las lagunas. El carbonato cálcico también provoca el color azul turquesa del agua.

Todas las lagunas se encuentran separadas por barreras de piedra denominadas “travertinos”, calizas tobáceas que actúan como una presa natural embalsando el agua, que rebosa en forma de cascada o torrentera cuando se alcanzan los niveles más altos en otoño y primavera.
Agua en movimiento
El atardecer manchego

Cascadas y torrentes aparecen en todo el séquito lagunar cuando las lluvias han recargado con generosidad el acuífero 24.

Los atardeceres en el parque resultan tan espectaculares como sus cascadas. El cromatismo del paisaje es todo un regalo.
El Quijote
Castillos y ermitas

Es inevitable moverse por el parque sin encontrar referencias a la figura del ingenioso hidalgo: la cueva de Montesinos, la casa del Celemín y los plafones de la ruta turística temática que se le ha dedicado, entre tantos otros; como el resto de La Mancha, su presencia se vuelve casi real.

Y si la belleza de su patrimonio natural y paisajístico no bastara, hay sendas ciclables que nos conducen hasta el Castillo de Rochafrida, la ermita de San Pedro o el Castillo de Peñarroya situado junto a la presa del embalse.